
Sentado sobre la tierra dura, él
pensaba que sería muy agradable encontrarse una cama mullida.
Al momento, esta cama apareció al
lado suyo.
Asombrado el hombre se instaló y
dijo que el colmo de la dicha sería alcanzado, si una joven viniera y masajeara
sus piernas tullidas.
La joven apareció y lo masajeó de
una manera muy agradable
- Tengo hambre, -dice el hombre,-
y comer en este momento sería con seguridad, una delicia.
Una mesa surgió, cargada con
alimentos suculentos.
El hombre se alegra. Come y bebe.
Su cabeza se inclina un poco. Sus párpados, por la acción del vino y la fatiga,
se cierran. Se dejó caer a lo largo de la cama y pensaba ahora en los
maravillosos eventos de este extraordinario día.
- Voy a dormir una hora o dos -se
dice él-. Lo peor sería que un tigre pasara por aquí mientras duermo.
Un tigre aparece enseguida y lo
devora.
→Usted tiene en sí mismo un árbol
de deseos que espera sus órdenes. Pero cuidado, el también puede realizar sus
pensamientos negativos y sus temores. Puede contaminarse de ellos y bloquearse.
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